viernes, 29 de octubre de 2010

Ventaneando por...















He fotografiado las dos primeras ventanas, bajando desde el piso de mi prima Nuria, por carrer del Telégraf, en dirección a la Sagrada Familia. Siguiendo por carrer del Trobador. Muchas más que llamaban mi atención. prometiendome que al regreso les dedicaría un tiempo, se quedaron en el olvido. Que agradable erá ir bajando por las calles de Barcelona, hacia las ramblas, disfrutando los ultimos dias de mayo de dos mil seis, entre tramites y preparativos de nuestro viaje a León. Desde allí comenzaríamos el Camino de Santiago.

Las otras dos, se me cruzaron en el barrio del Carmé, perdido, junto a mi paciente compañera en este recorrer, Saide. Entre sus carrer de Fortunity, Joaquín Costa, Museo de arte contemporaneo y los graffitis callejeros. Cual sediento urbano, bebiendo de sus paisajes, vitrinas, ajetreo de sus gentes como si nunca más fuese a recorrer sus zonas. Nunca, he entendido la atracción que se da en mi, cuando estoy en ella. Es algo febril que solo logro detener por el cansancio de recorrerla hasta que ha anochecido. Puede ser el alma de mi abuelo que entra en mi y renueva sus visitas. Eso debe ser, el motivo de los recuerdos tan grabados como si recién me recuperara del cansancio de visitar sus calles.


miércoles, 13 de octubre de 2010

A otro lado








A otro lado, de mi mundo, abriré las persianas por un tiempo y asi disfrutar de ventanas ya disfrutadas en otros caminares. Aquellas que guardo con cariño en mi corazón y desempolvaré para vivir otros tiempos.

¿Que es más real? ¿Cuando se vive el mirar una ventana o cuando se la recuerda? Según estudios neurologicos la actividad neuronal que se activa en el cerebro es la misma zona. Recuerdo que tanto nos informamos, de los espacios publicos de Venecia, que cuando los recorriamos, los recordabamos. Pensaba, allí, ¿Que será más real? ¿ Mi presencia allí o cuando la recuerde otra vez? Pues, a veces, cuando recordamos, nos tomamos más tiempo que cuando visitamos y vivimos esa experiencia tan fugaz.

Es una de las razones, de porque no me gusta visitar un lugar solo de pasada. Si deseamos viajar a conocer una comarca, nos vamos a vivir allí, un lapsus de tiempo.

Las persianas corresponden a un piso en Barcelona, en carrer Muntaner 351, que dan a carrer del Doctor Ubach. Allí vivímos un tiempo trabajando en la portería.


Salud.




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martes, 12 de octubre de 2010

Las ultimas























Las ultimas ventanas, que tal vez vio mi madre en su recorrido por su casa, el 29 de septiembre con seguridad fueron estas.. Al bajar al medio dia, a planta baja, regularmente se asomaba por la ventana primera. Mirar si había movimiento por fuera. La segunda invariablemente la vería al ir al lugar donde se retiraba a buscar un poco de converzación y disfrutar de algún té en la cocina. Lugar que siempre a sido acogedor y a través de su ventana atractivo de mirar. Seguramente la observó largamente mientras sorbía su ultimo té del día. Sin saber que ya no volvería a poner allí su mirada. Y a su regreso observaría desde la ventana del comedor como invadía ya la primavera su jardín, sus rosas que tanto disfrutaba. A cada persona que veia que le gustaban, les enseñaba a desbotonar las rosas. Disfrutaba mucho con esta estación.


En la madrugada del dia siguente, a la hora que los monjes se levantan a hacer sus oraciones, ella se fué al jardín de rosas donde la primavera es eterna.


Hoy, al borde del fin del dia, comenzó por fin el rescate de los 33 mineros.