Amancay II

Antes de Navidad en Amancay.

Amancay

Amancay se llama este lugar, por sus dueños. Y es su nombre, como la flor que crece sola en los campos en primavera. Al despedirnos, pasamos por el cuarto y miramos esta ventana. Permiso, les dije, tomaré una fotografías  No se molestan ya, pienso, pues siempre estoy con mi maquina al cinto y al ver algo que me llama la atención, desenfundo y click.

Cerradas

Cerradas, permanecen las ventanas, que iluminaban la interioridad de nuestro amigo Carlos. En ese interior estuvimos con Saide, llenándonos de la alegría que siempre llevaba. Se acercaba a ella y casi al oído le contaba el ultimo chiste que sabia. Reíamos más por alegría que por lo cómico del chiste, en todo caso era lo que me pasaba, pues por mi oído poco me enteraba del chiste. Después, le mostraba el ultimo objeto de arte, que había adquirido, yo los seguía detrás escuchando y mirando.Y a veces preguntando de nuevo. Poco, se nos volvía el tiempo para conversar y estar con él. Cada día paso, en mi recorrido al trabajo, por San Javier, donde nos dejó.Pero aún sigo con el conversando en mis recuerdos.

Ya, hace más de trece meses, que cerró las ventanas para siempre. Por lo menos en esta biosfera. A otras luces más reales, se, las debe abrir ahora.

Definición

Definición de ventana:

abertura hecha por lo general de la parte media a la parte superior de una pared para dar luz y ventilación. 

La parte clave de la definición esta en "por lo general", pues en este caso no da ventilación. Esta cerrada definitivamente, no se puede abrir.

Mi interés por las ventanas no esta precisamente en la ventilación como en la luz. Me interesa la luz que refleja unida a la luz que atraviesa el cristal y logra mostrándonos algo del interior. Esa fusión de interior y exterior es la que más me llama la atención.¿Quien sabe porque? Hay algo misterioso en esa unión.

Atardecer

Atardecer en el campo cerca de Villa Alegre, en casa de amigos. Los avellanos, ahora ocupan bastante de mi tiempo y de lado se ha quedado la afición. Pero aquí estoy con otras ventanas, sencillas, hogareñas, tan evocadoras como las otras. Estos crepúsculos me hacen recordar a San Juan de la Cruz, que dice,  "Al atardecer de la vida te examinaran en el amor" y nosotros maravillandonos del arrebol de colores del ocaso, Alguien nos asombra en él con su Presencia. 

Ventanas caseras.

Ventanas caseras, de un hogar de campesinos en este San Luis que hube de visitar. La dueña de casa sabia tomar la presión arterial, ese fue el motivo de mi visita. Tres días la visité y al segundo le pedí permiso para fotografiar. Se extraño la señora de mi afición, pero me permitió hacer unas fotografías.Y ella se quedó mirando sus ventanas de otro modo.

Atardecer en San Luis

Amanecer en San Luis

Amanecer en San Luis, ver la salida del astro Sol por detrás de la cordillera, en medio del campo es impresionantemente bello. Y para mí soportable solo si lo veo enmarcado en una ventana. Ya dije alguna ves que solo disfruto mejor del paisaje donde puedo ver una porción. ¿Y que mejor que una ventana? Nos las podemos encontrar en cualquier lado como si fuesen cuadros en una exposición. Me encanta visitar exposiciones de pinturas y fotografías, siempre que voy a alguna ciudad llevo en mi bolsillo la dirección de alguna sala de exposiciones. 
Pero amanecer en San Luis es siempre una sorpresa de belleza, una experiencia del misterio de la Belleza y ¿que mejor para comenzar a trabajar?

En San Luis

 En San Luis de Miraflores, una pequeña localidad de Linares, esta ubicada  una planta procesadora de avellanas, en la cual trabajamos dando valor agregado a este fruto. En eso, ahora, gasto mis días. En esta época pre invernal y debido al cambio de horario, llegamos antes de la salida del sol y nos vamos cuando ya se a ocultado. La comarca es muy agradable y bella a la vista, le llamamos "la toscana de Linares" recordando al propietario de los avellanos que es de origen italiano. Bueno, ese es el motivo por que he dejado de buscar ventanas en diferentes lugares. Pero, como ya he declarado que, esto de las ventanas es casi una obsesión, comencé a buscarlas sin darme cuenta. Estas pertenecen a la construcción donde se encuentran las oficinas y las tomé al comenzar el otoño.

Más imágenes de Valparaiso

 

 

 

Más imágenes de Valparaiso, con el tiempo se va suavizando el recuerdo de las sensaciones experimentadas al visitarlo. Pero al observar con detención las imágenes de las ventanas, comienzan a reaparecer nuevamente. Deberemos pronto planear una nueva visita al puerto. 

Valparaiso

 

 

 

¡Valparaiso!.... era  una palabra que mi madre repetia mucho en sus ultimos dias. Todas sus ultimas vacaciones las pasaba en Viña del Mar y eso le permitia ver constantemente en sus salidas el paisaje de Valparaiso, a lo lejos y a lo cerca. Los fines de años, le gustaba también en noche vieja, ver la fiesta de los fuegos artificiales, sobre la bahía.  Claro, en la televisión pues vivía  en Talca.

A veces, en su desconcierto, al levantarse en la mañana decía, ¿Ahora nos vamos a Valparaiso? o ¡por favor! ayúdenme a hacer mis maletas que me voy a Valparaiso.  Los que la escuchaban, sonreían, sin comprender su deseo de volver a ver la ciudad puerto, donde pasó su juventud, era casi como el personaje de la  nana, en "Nieve en otoño" de Irène Némirovsky.  Fue un deseo que no pudo cumplir.

Un año después de su partida, por un tema de herencia, tuve de viajar a Valparaiso. Lo hice por el día, viajando desde Talca y solo estuve allí dos horas, lo que demoró mi diligencia en la Notaria. Mi regreso al autobús lo hice caminando y me puse a pensar en mi madre y  por qué, le gustaba tanto esta ciudad.El puerto con sus barcazas y colores, las construcciones en los cerros, su gente sociable, el ambiente húmedo tibio. Sin desearlo me recordé de Cayetano Brulé, personaje de ficción de Roberto Ampuero, quien en sus novelas describe bien Valparaiso.


 No había regresado al puerto desde mi niñez y me parecía que no había cambiado mucho, excepto por una construcción que desentona, el Congreso Nacional.

Tres meses después regresé a terminar la diligencia pendiente. Mismo recorrido pero esta vez llegué a Valparaiso mucho más temprano y caminé hasta la notaria. Esta vez me sentí más cautivado por el ambiente de la ciudad. Llegaban los feriantes con sus productos agrícolas a la plaza de ventas, su gente y colorido me atrajeron. Seguí caminando a medida que los negocios  abrían a esa hora fresca de la mañana, su humedad y tibieza del aire anunciaba un día cálido de verano. Ya sonreía, sin darme cuenta, por sus calles hasta que llegué a la notaria en plaza Arturo Prat. Esta abría más tarde, por lo que me puse a pasear por los alrededores y a tomar fotografías de algunas ventanas de  edificios cercanos. 


Comencé a comprender a mi madre en su deseo de volver a Valparaiso, todo aquí bullía de vida y actividad, aún conservando su apariencia tradicional. Terminé mi diligencia y tome un taxi al terminal de autobuses pues se acercaba la hora de regresar. Me prometí a mi mismo regresar con Saide a Valparaiso a acompañar aquí, un momento a madre otra vez.

Ventana de artistas

Ventana del taller de artistas. Las he tomado también de la web en donde algunas veces los artistas incluyen la ventana de su taller. Pensaba que me encontraría con algo diferente, aunque sus autores fuesen de Norteamérica . Sigo mirando por la ventana de la web, pues por el espacio físico en que me muevo últimamente, no he encontrado nuevas ventanas. Espero en algún momento descubrirlas. Sus dueños son Claudia Sperry, Debra Ramsay, Jeane Meyers, Marie Danti, Mona Brody respectivamente.