Ese parque, estaba planeado para unos pocos, como ya saben. Pero afortunadamente no salieron asi las cosas. Puedo decir, ya, que cada vez que vamos por Barcelona me gusta pasear por este parque. Como a tantos más les gusta, si, pero he preferido ir siempre cuando no hay publico. Además que estaba a pocos minutos del piso de mi prima Nuria o de mi amigo Ramón. Ni hablar del trencadis multicolor, sencillamente citado en muchas obras a través del mundo.
La última vez que estube allí fuí solo. Ella ya se habia marchado antes. Era a mitad de mes de octubre y el dia estaba amenazante de lluvia. Nadie en el parque, solo el viento y algunos goterones de lluvia. Sabia que, tal vez era la ultima vez que miraba a Barcelona desde ese balcón. Pasé un buen momento empapandome de la imagen y sensaciones. El viento, las gotas de agua al comenzar la lluvia, el ruido de la ciudad, la nostalgia anticipada por la partida, mi deseo de continuar allí, en fin, comenzé a bajar, a bajar, segui por Verdi y desvié a Muntaner, cogí mis cosas y al Prat.
Quien no conozca del parque puede mirar aquí.
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