Antes de alcanzar Entrada Baber llegamos a Puesto Baño, una casa solitaria construida de madera en algún sitio, a los pies de una montaña. Un riachuelo pasaba cerca de la casa y tambien una veintena de sauces crecian alli inclinados, debido al viento persistente. A mi pregunta por el nombre de ese lugar me explico, "se le llama asi pues aqui se bañan las ovejas". Me contó que hace algunos años estubo viviendo y trabajando de pastor en ese lugar. Se fueron con él su mujer Silvia y su hija Angela. "Iban cargados de lo necesario y conservas en lata, un listado de ellos que tenian en común mantenerse bien en la despensa y bastante harina de trigo". Pues por ese lugar no pasa mucho transporte en invierno. El salia de faena a caballo siempre que podia y su mujer quedaba en casa haciendo pan, cocinando y preparando el regreso de Jorge. Ella, en su ausencia escuchaba las noticias en la radio, cuando la onda le llegaba clara. Al regreso le contaba todo lo que habia podido escuchar. Me gustó vivir aqui, solo estabamos nosotros, la inmensidad, la nieve, el viento y tambien el silencio, me dice Jorge. Cuando conversé con Silvia su mujer,dice lo mismo. Me gustó esa vida alli, solos. No veiamos persona alguna por meses.
Aún se siente el silencio que llevan dentro, cuando se converza con ellos. Entre chupada y chupada de mate, pasan muchos silencios y dicen poco pero muy denso. Hablan solo para el encuentro con el otro.
De Puesto Baño tomé estas ventanas, precarias, debiles, al pensar en el frio del invierno.
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