domingo, 6 de marzo de 2011
Catedral de León
La Catedral de León, fue una gracia especial, que disfrutamos casi todos los dias, en la mañana, temprano, cuando salíamos a comprar el pan. Esto, después de la partida de los peregrinos y el albergue ya estaba ordenado, ese era el momento. Antes de la llegada de los turistas, podiamos vivir el silencio de la Catedral. En algunos instantes, se confundían los tiempos, pasado, presente y futuro eran la misma cosa. Era extraña la sensación de sentir de ese modo el tiempo. Nosotros eramos muy conscientes, de que seria la unica oportunidad de vivirlo de ese modo, de a poco, cada dia, hasta el dia de la partida.
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